SEGURIDAD ACTIVA: ESP, EL SALVAVIDAS DE LA CARRETERA

El programa electrónico de estabilidad (ESP) es un sistema de seguridad que evita la pérdida de trayectoria del vehículo en maniobras bruscas. Ya se ha demostrado que es uno de los equipamientos de seguridad más eficaces y su uso generalizado puede salvar muchas vidas.

Uno de los más revolucionarios avances en seguridad activa de estos últimos años ha sido el programa electrónico de estabilidad (ESP), que mejora eficazmente el comportamiento del vehículo en caso de pérdida de trayectoria.

Y es que una de las principales causas de accidentes son las salidas del vehículo de la calzada, bien por despiste, pinchazo, exceso de velocidad, etc. Pues bien, en todos estos casos el programa de estabilidad actúa en coordinación con el sistema de frenos y el motor y corrige automáticamente la trayectoria, impidiendo así que el conductor pierda el control del vehículo.

Esta es la principal ventaja de equipar ESP, pero además, a esto se añade que, además, "todo vehículo con ESP lleva también a bordo el ABS (que impide el bloqueo de las ruedas al frenar) y el ASR (sistema de control de tracción). Los tres sistemas aumentan de forma espectacular la seguridad dinámica de los automóviles, especialmente en el caso del control de estabilidad".

¿Cómo funciona?
El programa electrónico de estabilidad supervisa por medio de unos sensores colocados en las ruedas que se sigue la dirección deseada con el movimiento real del vehículo.

Todo ello va controlado por una centralita que recibe las señales de los sensores y compara el ángulo de giro del volante con el de giro real del vehículo sobre su propio eje.

Si el vehículo se sale de la trayectoria elegida, el mecanismo envía las órdenes necesarias al sistema de frenos (delanteros o traseros, según haya sobreviraje o subviraje) y simultáneamente actúa sobre el régimen de vueltas del motor y sobre el cambio de velocidades si es automático. Además, como la centralita recibe también información sobre la velocidad, llegado el caso, actúa sobre la inyección cortando el flujo de combustible y evitando que el conductor pueda aumentar la velocidad al actuar sobre el acelerador.

Así, el ESP corrige automáticamente la trayectoria del vehículo hacia el interior de la vía en la dirección correcta y también evita que el vehículo patine en las situaciones extremas: el automóvil obedece los movimientos del volante y se mantiene estable.
Dos situaciones de conducción habituales

Subviraje

Se gira el volante y el vehículo sigue su trayectoria

La parte delantera patina hacia la parte exterior de la curva. Para evitarlo el ESP frena la rueda trasera izquierda (roja).
Sobrevirar

La parte trasera derrapa.

Para evitarlo, el ESP frena la rueda delantera que está en el exterior de la curva (roja).